Caminos que se encuentran
A principios de marzo de 1976 había presentado mi tesis de fin de
Hasta el día antes al fatídico 24, además de un alumno a punto de egresar, lideraba una agrupación política estudiantil dentro de
Casi ocho años de terror pasaron, interminables. Muchos compañeros quedaron en el camino; cineastas y de todas las ocupaciones imaginables. Además del proyecto derrotado, la resistencia minusválida y la muerte alrededor todos los días, sufrimos la discontinuidad profesional, la imposibilidad de insertarnos en el sistema productivo para el que nos habíamos preparado, de aprender el oficio que complementa la profesión en los años posteriores a la universidad.
Durante los últimos cuatro años de la dictadura, después de deambular por varios trabajos, frecuentaba Arteón, organización de Arte que dirigía Néstor Zapata, quien me dio “asilo” -así podría llamarse es esa época a un lugar donde uno podía expresarse tranquilo, sin temor a ser delatado inmediatamente- y trabajé en el Taller de Cine Arteón, una experiencia valiosísima que sirvió de cimiento de la futura Escuela de Cine y Televisión de Rosario.
No es casual que sobre fin de 1983, recuperada
El desafío era importante. Recuerdo que cuando me entrevisté con Norberto Zen, quien era en ese momento el director del Instituto Provincial de Arte, en el mes de marzo de 1984, me impuso como una de las consignas que la escuela de Rosario debería estar dictando clases normalmente en el mes de mayo, o sea en un mes y medio. Afortunadamente el proyecto estaba preparado y el grupo humano del Taller de Cine de Arteón fue el semillero del cual salieron los primeros docentes. El esfuerzo y la dedicación de ese primer grupo fueron inmensos y nunca voy a terminar de agradecerles el acompañamiento.
A mediados de mayo la nave carreteó y empezamos a volar. Los primeros tripulantes fueron: los docentes Hugo Berman, Carllos Carletti, Carlos Coca, Alejandro Lamas, Patricia Larguía, Pascual Masarelli, Norberto Lipchak, Rosa Molina, Dante Pais, Mario Piazza, Cristina Prates, Adolfo Scneidewind y Gabriel Serrano; las secretarias Cecilia Saux y María Elisa Escobar; y los porteros Carlos y Pedro Aguirre. Además, en Rosario estaba el sub-director del IPA, Norberto Campos.
Sin dudas, la puesta en marcha de
Más de uno hubiera dicho que en esas condiciones no se podía hacer nada. Nosotros igual nos lanzamos.
1 comentario:
Saludos Raúl, recuerdo el momento que leí en el diario el aviso de inscripción a la Escuela de Cine, fue un antes y un después para mí, la Escuela marcó el rumbo de mi vida profesional, realmente me siento muy orgulloso de haber pasado por ella y haberlos conocido a todos ustedes.
Por muchos 25 años más!!!
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